La historia de Lyndsey Scott

Que los niños a veces son crueles por naturaleza es algo que puedes constatar si tienes hij@s pequeños que empiezan en la escuela.

O quizá, aunque no tengas niños y eches la vista atrás a tus años en el cole y lo que dé de sí tu memoria. Yo al menos, sí que me acuerdo.

A mi me puteaban, a base de bien.

El acoso escolar se le denomina bullying y tiene una versión digital que se viene denominando cyberbullying, que es lo mismo, pero a través del móvil o de las redes sociales o cualquier otro medio digital.

Según el Instituto Nacional de Ciberseguridad español en un estudio de 2019, 1 de cada 3 niños ha sufrido en la escuela algún tipo de acoso o bullying.

La historia de hoy la protagoniza Lyndsey, una chica negra que nació en 1984, hermana mayor de 4 hermanos.

La niña comenzó a programar a la edad de 12 años, escribiendo juegos para su calculadora gráfica y compartiéndolos con amigos en la escuela secundaria.

Como en el cole no llegaban a enseñarle lo que ella iba viendo por ahí, y quería más, se enseñó a sí misma las habilidades que usó para escribir sus propias aplicaciones móviles en diferentes lenguajes.

Ya en secundaria, sufrió acoso escolar de forma reiterada.

En su instituto era de las pocas niñas negras que había entonces, además era delgaducha y la llamaban “monstruo”, “negra” y se reían de ella.

A veces la invitaban a fiestas para luego des-invitarla y se partían la caja así, riéndose de ella. Lyndsey era el foco de las bromas de mal gusto de los abusones del instituto.

Nada nuevo por aquí… era EE.UU. pero esta historia te la podría contar —y tú me la podrías contar a mí— con un colegio de Albacete o de Esplugues.

Avergonzaba confesaba que no podía mirar a la gente a la cara por la vergüenza que sentía de sí misma.

Se iba escondiendo por donde podía entre clase y clase para evitar que se rieran de ella.

Lyndsey aguantó como pudo, hay niños con más carácter y otros con menos carácter. Lyndsey tenía carácter.

Terminó sus estudios medios y superiores y entró a la universidad. Primero estudió teatro y economía.

Luego estudió Ciencias de la Computación. Aquí lo llamamos informática.

Y durante esos años su cuerpo cambió; lo que pasa con los niños, ¡que pegan ca’ tirón!

Bueno, Lyndsey Scott era programadora, pero también se convirtió en esos años en modelo.

No una modelo de tres al cuarto… Fue la primera modelo afroamericana en firmar un contrato de pasarela exclusiva con Calvin Klein.

Trabajó para Gucci, Prada y ha desfilado como modelo de Victoria’s Secret.

Y siguió programando… Ha sido desarrolladora de aplicaciones móviles para iOS, como ingeniera de programación de Apple.

Además, ayuda —en especial a niñas— en todo el mundo, a que se interesen por la tecnología y la programación.

Por eso no solo la puedes encontrar en las pasarelas… si buscas por Internet, igual te la encuentras dando clases en code.org, de forma desinteresada, para niñas y niños.

No sé tú, pero yo no puedo dejar de pensar en aquellos niñ@s del cole que la llamaban monstruo y negra y la invitaban y la des invitaban de las fiestas para reírse de ella.

Igual alguno de aquellos niños ha conseguido el éxito de Lyndsey, pero yo al menos no tengo su historia.

Y hasta aquí este tercer acto de ingreso en esta suscripción ‘rara’ de gente que quiere desatar su potencial digital.

¡Estás dentro!

Y, a partir de mañana, comenzarás a recibir una serie de emails con historias similares, hablando de actitudes, mentalidad, de aplicaciones, de trucos, de móviles y de muchas cosas que igual sabes o igual no.

¡Que pases un gran día!

Miguel LopezG

PD1: Lyndsey Scott: actriz, modelo, programadora de aplicaciones

PD2: si tines niñas… aquí Lyndsey con la programación de Frozen